miércoles, 3 de septiembre de 2014

Si fuéramos perros, todo sería mejor



Si el pensamiento de la gente de hoy fuera distinto,  y no deseara tener autos lujosos, casas grandes, ni ropa costosa para ser feliz, tal vez seriamos distintos, tal vez nuestra escala de prioridades, sería distinta y por ende mejores personas. Pero le damos importancia al apellido, a tú trabajo, a la plata, y las primeras preguntas que hacemos cuando conocemos a alguien, es: ¿Dónde vives?, para saber si eres “cuico” o “flayte”. ¿Tienes auto? ¿Acaso Importa?, te hace mejor persona, ¿Me llevas?, ¿Estudias?; creo que si botáramos un poco los prejuicios sociales,  alcanzar la felicidad debería ser sinónimo de tener una mejor calidad de vida y de salud.

Entonces pienso, si fuéramos perros todo seria mucho mejor, ellos no exigen absolutamente nada, ellos se conforman con un simple gesto, un cariño, una sonrisa, le dedicas 1 minuto, lo miras, lo llamas, le sobas el lomo, y a cambio te entregan todo; te acompañan de por vida, te protegen y se hacen parte de tu vida y la de tu familia. Si les das tu corazón, ellos te entregan el suyo, él te elige sin mayor prejuicio alguno. Todos los días convivimos con los perros, están en todas partes, en la esquina de tu casa, afuera del metro, y a diario nos dan la lección de cómo ser mejores, y quien sabe, será nuestra envidia que produce que muchos de ellos vivan de forma miserable. Aun así mientras estamos en un paradero esperando un bus o cuando caminamos por las calles de la ciudad, ellos llegan te acompañan y te demuestran su cariño moviendo la cola, ¿De cuanta gente puedes decir eso? ¿Cuánta gente puede hacerte sentir único, puro y especial? ¿Cuantas personas en tu vida pueden hacerte sentir extraordinario? ¿Cuándo fue la última vez que saludaste y dijiste “Buenos días” a un desconocido? ¿Sonreíste? Si fuéramos perros, en vez de humanos, el mundo sería un lugar mejor, no me cabe duda.


Por Manuel Galindo @ _galin2