Esta incapacidad para no dormir
las horas de sueño que corresponde, me ha ido condenando poco a poco a vivir en un
purgatorio nocturno, con el argumento de querer hacer mejor mi trabajo o
emprendimiento personal.
Ese, que
literalmente me quita el sueño y me
lo devuelve a las 3, 4 y 5 de la
mañana, entendiendo que además tengo un trabajo y
horario que cumplir, es por eso que luego de el día laboral, me voy
a casa a soñar despierto. Sin duda esto me
ha transformado completamente, y me he convencido de que adquirí el famoso insomnio laboral.
Sin darme cuenta, he sido
domesticando por este síndrome, el cual cada vez
me produce menos ansiedad y menos problemas a la hora de levantarme, aunque una
buena ducha y un café caliente pueden arreglar mas de un problema por la
mañanas.
Sin duda me he ido convenciendo de que este estado de insomnio, no es tan malo, y si bien he escuchado
y leído todo lo malo que con lleva el no dormir las 8
horas necesarias, las horas útiles de mis días son muchas
más, y he descubierto en la oscuridad un lugar adecuado donde cumplo y me
desenvuelvo de buena manera, además generalmente me llevan a buen puerto.
Esto
ha generado un enclaustramiento productivo que me ha convertido en un soñador a
toda hora,bueno por algo dicen que los que sueñan de día, son conscientes de cosas que escapan
a los que sueñan sólo de noche
– buenas noches :)
Por
Manuel Galindo – @galin2