Hace
unos días la bancada de Renovación Nacional, impulsó con la representación de
los diputados Monckeberg, Rahtgeb y
Fuenzalida, un nuevo proyecto de ley que busca realizar controles de drogas a
los parlamentarios de las cámaras alta y baja. El proyecto, estima
inhabilitar del cargo a quienes manifiesten dependencia hacia drogas que se
consideran ilícitas, aún cuando los baches en la ley 20.000 están presentes.
Pues hasta ahora me ha tocado escuchar que “ley pareja no es
dura”, porque la medida implica dejar en igualdad de condiciones a todo actor
del campo político en lo que respecta a este control, como así lo afirmó el
autor de la iniciativa, Gonzalo Fuenzalida:
“Este proyecto busca equiparar al
Poder Legislativo con los otros poderes del Estado que sí tienen la
obligatoriedad de practicar exámenes de drogas en forma aleatoria. Esta no es
una persecución contra nadie, sino más bien la necesidad de dar una señal en
el sentido que el Poder Legislativo no puede quedar fuera de estas medidas"
Por otro lado, es una correcta consideración que cualquier
persona que manifieste una dependencia hacia alguna sustancia, sea considerada
incompetente para realizar cargos de ordenamiento público y jurídico, pero tal
como lo había señalado, el cuestionamiento seguirá estando en lo que suceda en
las posibles modificaciones a la Ley 20.000 y el consumo de marihuana sobre el
uso terapéutico de la planta.
Lo cierto es que los intentos han venido en demasía, y todos
sin poder llegar al puerto esperado. Y quizás, esta sea otra batalla perdida
para la bancada de RN sobre el control de lo que consumen nuestros
parlamentarios, que me parece bien. Pero antes de juzgar lo que consumen, ¿por
qué no antes mejoramos el criterio todo sobre sobre los tipos de drogas, consumo
y consumidores? Todos sabemos que la marihuana no es dañina, sino que sí lo es
una mala educación sobre el tema.
Ahora sólo queda esperar a lo que suceda. Se suma otro
proyecto de ley habiendo otros 15 en marcha que apenas se les toma en
cuenta (¿quizás por qué razones?). Entonces, probablemente esta sea una
urgencia tremenda que pueda prestarse en el tiempo, para alguna persecución
sobre los que son consumidores de cannabis, aún con la conocida ley 20.000.
Por Fabián Domínguez @asfdominguez