Existe
un mercado bastante pequeño, cuando quieres escuchar a periodistas con carácter
y de argumentos, por eso, me deja en un estado neutro la pelea de dos
profesionales que juegan para el mismo equipo, con el detalle de la
consecuencia.
El periodista Juan
Cristóbal Guarello aprovechó la tribuna radial para ir con todo en contra de su
colega Felipe Bianchi. Todo comenzó cuando Guarello dijo que por ‘razones
éticas’ había decidido no asistir ayer a la cita con Jorge Sampaoli, en Juan
Pinto Durán.
Juan
Cristóbal Guarello y Felipe Bianchi, siempre han destacado por ser periodistas
muy confrontacionales. Ambos, son partidarios de la transparencia, siendo
directos y no cayendo en lo políticamente correcto, muchas veces pasando por
alto sus respectivas líneas editoriales, y eso, en el fondo se agradece
mucho.
De
parte, de quienes nos gusta escuchar personas que emitan comentarios con
contenido y argumento, se les valora mucho, sobre todo en un país donde la
mayoría piensa que para llegar lejos se necesita "caer bien", andar
golpeando espaldas o simplemente riendo por todo, en desmedro de ser un mejor
profesional.
Guarello,
por ejemplo, siempre ha sido un opositor de ciertas prácticas que surgen del
periodismo en Chile, como la del "amigo
de", el ha tenido un discurso de alegato, a la
actitud ética y al deber que se debe tener en búsqueda y defensa
de la verdad en la actualidad de nuestro país, tanto en
temas políticos como en deportivos.
Por
su lado y en su estilo más irónico, Bianchi, ha sido crítico de las malas
gestiones del gobierno de turno, sobre todo en tema relacionados al fútbol
y al deporte. Él, a utilizando la vitrina que le proporciona la radio, la
televisión e internet, como podio para propagar su mensaje, con argumento y
hechos.
Es
por eso que lamento la pelea, y lo lamento, porque que juntos suman mucho más
que separados, se agradece un poco de objetividad en un mar de comentarios
pasionales y sin una gota de contenido, sobre todo en un medio que se
acostumbro a sobar la prieta.
Por Manuel Galindo @galin2