Desde el estreno de "No
abras la puerta" teleserie nocturna que emite TVN, hemos sido testigo
de diversos temas que han despertado la curiosidad en las redes sociales. Entre
ellos la violencia y el poder como eje principal.
La violencia en todos sus planos: el personaje de Gonzalo Valenzuela
quien era pareja de Luz Valdivieso (en la teleserie), durante su fallido
pololeo ejerce primero la violencia psicológica, humillándola constantemente,
al punto de déjala en ropas menores bajo una lluvia torrencial, como se vio en
imágenes, no conforme le pegó en
reiteradas ocasiones, y ejerció en ella una dependencia sexual, al más puro
estilo "50 sombras de Grey". El personaje de Luz Valdivieso solo
atino a escapar cuando supo que estaba embaraza. ¿Realismo o exageración? No
seamos ciegos, sólo reaccionamos cuando nos vemos con la soga al cuello, por
eso "No abras la puerta" se gana su primer punto a favor.
La pareja lesbiana; en tv sólo habíamos visto a hombres como pareja, y
en sutiles insinuaciones, acá vemos directamente a el personaje de Alejandra
Fosalba con María José Illanes intimando, cada una en su rol, incluso tocando
el tema de un trío, en post de quedar embaraza. Visualmente puede ser chocante,
pero es otra pincelada a lo que está pasando acá afuera. Otro punto más.
La inseminación artificial, hemos sido testigo por ojos faranduleros y
noticiosos lo difícil que hoy en día cuesta ser padres a muchos, hoy en
promedio las mujeres se embarazan entre los 28-35 años, edad en que la fertilidad
no es la misma que a los 22. A esto le debemos sumar el alto costo de una
inseminación, que sólo está al alcance de una familia con recursos, además de
esto, está el tiempo invertido, pueden pasar años, hasta lograr quedar
embarazada. Este tema se une al de muchas parejas homosexuales, que no pueden
adoptar por la vía legal, menos a llegar a cotizar el tema de la inseminación.
Hablamos de discriminación y falta de oportunidades. Punto a favor.
El machismo, en el 2014; sería difícil creer, escuchar o comentar, que
un hombre no deje trabajar a su esposa, pues acá pasa. El persona de Claudia
Pérez, (Rosario) quiere trabajar, pero su marido, no la deja, y le hace la vida
imposible, al punto de pegarle para que ella vuelva a la casa, donde a su parecer
es el lugar donde ella debería estar. Personalmente, me perturba pensar que aún
existan hombres con ese retrogrado pensamiento, sobretodo en una sociedad donde
la mujer cada vez se empodera más en su rol masculino, y el hombre hoy es mas
mujer.
Otra punto de violencia que me llamo la atención, fue el de la pareja de
pololos, donde el personaje de Dominga, es violada por su pololo, al negarse a
tener sexo con él, pasando a forma parte de esta engorrosa lista de maltratos
que veremos sin duda en la teleserie.
Así, sumando y sumando, “No abras la puerta”, se pone en pantalla como
un producto que aborda distintas temáticas, en distintos grados, y con una
cuota de verdad. No es una teleserie fácil de ver o aborda, tal vez la haga
compleja, pero si tiene tiempo, véala, comentémosla, y discutamos; aún hay
tanto por hacer en muchas materias, donde la mujer se ve como el sexo débil, y
donde las políticas de país, aún dejan mucho que desear.
Por Tamara Maldonado @Tamaxan