El histórico
triunfo de Chile en el Maracaná permitió establecer que los dogmas están
cambiando en nuestra sociedad, los cuales pueden servir de base para, desde
ahí, encontrar una serie de variantes de acuerdo con las circunstancias.
Ese día se rompió con una de las más
recordadas y pintorescas frases que nos enmarcan y a la vez describen como
sociedad, hoy podemos decir por primera vez en la historia del balón nacional
“Jugamos como nunca y ganamos como nunca".
Desde hace un tiempo, en época de Marcelo
Bielsa, se ha generado un cambio que va mas allá del futbol, es un cambio que
ha traspasado a toda una sociedad, en cosas tan simples como la cotidianidad de
nuestra vida, que de alguna manera esta tocando a las nuevas generaciones y
proporcionando nuevas sensaciones para un país completo, es tanto que de hecho
no tenemos la costumbre de vivir estas sensaciones, un ejemplo claro es ver
como celebramos cada triunfo nacional, entendiendo que de seguir así
terminaremos sin plaza Italia, sin monumento y sin nada. Pero más allá de eso, estamos en presencia
de un hito deportivo nacional, que debe entenderse como fruto del trabajo y
esfuerzo disciplinado.
Este Chile, que empezó a cautivar y a sorprender a muchos pero que ahora cuenta con dos variables que antes no tenía: la madurez de una generación privilegiada en talento, esfuerzo y personalidad y las variables que desarrolla Sampaoli, que es arriesgado, profesional, obsesivo, trabajador y estudioso pero aterrizado y esto trae como resultado esa anhelada identidad, la cual se convierte en un punto de partida, para que en el futuro logremos escribir otra historia.