Nuevamente Alemania pasa a los libros de historia, por dominar a una nación y si bien es algo a menor escala y por ningún lado comparable, debe ser la versión más agresiva de un grupo de alemanes después de la segunda guerra mundial.
El 7 - 1 pasa a ser un hito en la historia del fútbol mundial, Brasil perdió de la forma
más humillante y decidora de su historia, desde hoy, el fútbol no volverá a ser
el mismo, se acabo la magia, la soberbia y el peso de la historia, a mi el 7 -1
me deja un sabor especial, es algo alentador y tiene que ver con la supremacía
del trabajo, la disciplina y las ganas de ganar en equipo por sobre la
improvisación y la suerte.
Latinoamérica
quien proporciona y llena de color las ligas más potentes del mundo, acaba de
recibir una cachetada en lo más puro de su corazón, los románticos que
esperaban un Brasil versus Argentina en el Maracaná se tendrán que conformar solo
con este ultimo en la final.
Lo bueno de esto, es que las fuerzas se equipararon, las potencias son cada día menos
potentes, hoy solo el trabajo y la confianza entre compañeros y por sobre todo
la convicción de querer ganar, puede rendir frutos importantes, de hecho, creo
que el viejo y querido fútbol de hombres imperfectos, de selecciones que
dependen de un supuesto dios, está terminando, y es precisamente desde este
hito, del cual se comenzara a escribir otra historia.
Por Manuel Galindo @_galin2